Hace un año nos reunimos con la finalidad de mostrar al mundo una nueva generación de personas capaces de superar sus limitaciones y alcanzar sus metas.
Con el corazón en la mano y un modelo de vida propuesto donde los valores trascienden las limitaciones materiales, levantamos nuestras voces con el propósito de afianzar nuestra posición dentro de la sociedad.
Ahora nuestra intención es diferente, ahora deseamos AYUDAR y aportar nuestra voluntad, esfuerzo y talento para alcanzar en este mundo lo que Dios quiso regalarnos.
En todo ser humano existe una dualidad, aquellos aspectos que determinan que una persona enfoque toda su energía en superar sus limitaciones o desarrollar sus talentos. La superación de aquello que nos hace sentir menos que los demás nos obliga a luchar contra nuestros defectos dejando de lado en la mayoría de los casos el fortalecimiento y desarrollo de nuestras virtudes.
Dios nos ha regalado a todos sus hijos dones especiales que disfrutamos en la niñez pero que con el transcurrir de los años y la necesidad de esquematización dentro de los moldes sociales vamos guardando, oxidando o eliminando hasta hacerlos tan alejados de nuestras capacidades como nuestros sueños mas íntimos e irrealizables y como nuestra habilidad para comunicarnos con Dios.
Uno de esos dones, tal vez el mas relevante es el ayudar, el amar al prójimo y brindar los talentos en beneficio del otro, pues como es bien sabido “Quien no vive para servir, no sirve para vivir”
Y es justamente ese afán de utilizar el tiempo y esfuerzo en la actividad creadora y positiva de cambiar la realidad para mejorarla, lo que nos ha reunido en esta Segunda Jornada.
Homenaje merecido no sólo a quienes son modelos de TALENTOS AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD , sino también, a las familias que motivaron ese apostolado que ahora se plasma en acciones en favor de toda sociedad.
En contrapartida a esta situación encontramos a tantas familias enfermas que con dolor encierran y ocultan a aquellos que pueden mostrar su valía a través de actos de amor, consuelo, compañía, acogida, valentía y resignación.
Esta vez el manifiesto de la Jornada no es una dulce voz recordando que quien vence su discapacidad y construye un proyecto de vida exitoso tiene el modelo de vida adecuado que debemos seguir.
Ahora que las instituciones y autoridades han despertado generando oportunidades para la capacitación o recreación de personas con habilidades diferentes nuestra voz se torna en DENUNCIA ante el encierro y responsabilidad social y legal de las familias que permiten la existencia de adultos que tuvieron vidas productivas y que al crecer son confinados en sus hogares a una supervivencia de soledad y frustración, tratándolos como niños inútiles y sin futuro.
EL fracaso de la mayoría de las iniciativas de la sociedad civil y del gobierno, (iniciativas que gracias a Dios van aumentando cada día más en nuestro país), no radica únicamente en el corazón de piedra de algún mandatario, mas bien se fundamenta en la imagen negativa, derrotista, incapaz de las familias que consideran imposible la realización de sus propios objetivos de vida, mucho menos de quien es receptor de todas sus frustraciones, su hijo con habilidades diferentes.
Pero la existencia de estos talentos al servicio de la comunidad, nos exige transformar esa imagen y crear soluciones educando a esas familias para que sigan estos modelos de vida y logren despertar de la pesadilla en la que ellos mismos han convertido su día a día.
Y es que, si las familias no pueden salvaguardar los dones y talentos de quienes les fueran entregados por Dios para su crecimiento y realización, la responsabilidad de solución recae en cada uno de nosotros.
Y esa es la propuesta para este año es que todos nos comprometamos en LA EDUCACION DE LA FAMILIA , de nuestra propia familia, en la construcción de modelos que se ajusten a la realidad con un proyecto de vida que permita realizar la misión para la cual fuimos creados: CONTINUAR EL REINO DE AMOR QUE DIOS IDEO PARA NOSOTROS. Para ello lo único que necesitamos es enseñar con nuestro ejemplo a nuestros hijos a dar su tiempo y talento para ayudar a los demás y responsabilizarse de su entorno.
La construcción de Casas de Permanencia, con programas estructurados donde puedan habitar mostrando y desarrollando sus talentos al servicio de la comunidad.
Y LO MAS IMPORTANTE UN CAMBIO RADICAL dentro de nuestras vidas que nos aleje de ese cotidiano egoísmo que nos acompaña cada día y que nos hace luchar desesperadamente por nuestra felicidad olvidando a aquellos que con una sonrisa en los labios soportan nuestra indiferencia.
Ellos lo hacen cada día, ahora veremos que tan capaces somos de vivir a su altura.
MUCHAS GRACIAS Y HASTA EL PROXIMO AÑO
ANA LUISA MOLINA ADDA
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